Te regalo un cuento...
... y te dejo abierta la ventana
Para que te cueles,
para que me espíes
cuando caiga la noche.
Para que me veas sin que te vea.
Que cierres mi puerta.
Y entonces, empieces a leer el mismo cuento que estás leyendo ahora.
Y ojalá no podamos dejar de llamarnos cada noche,
para contarnos el mismo cuento...
... toda una vida.
New Fronteras.
... y te dejo abierta la ventana
Para que te cueles,
para que me espíes
cuando caiga la noche.
Para que me veas sin que te vea.
Que cierres mi puerta.
Y entonces, empieces a leer el mismo cuento que estás leyendo ahora.
Y ojalá no podamos dejar de llamarnos cada noche,
para contarnos el mismo cuento...
... toda una vida.
New Fronteras.
2 comentarios:
No se si me trataras de arpía o cotila porque me interese por tu caminar, a veces suele estorbar el polvo y las piedras de nuestro caminar. La vez pasada , en tu comentario, señalaste la palabra CAMINO…ahora yo también hablo de camino, “TU CAMINO”, el cual a través de la mirilla de ésta puerta, tu puerta, un día me dejaste entrar..y en silencio de la noche me gustaría solamente seguir acompañándote en él desde el anonimato. Si los sueños a veces se hacen realidad, los cuentos también pueden seguir el mismo CAMINO.
No puedo tratar de arpía tus palabras y tu anonimato.
Y más, si todo lo que dejas, es bello.
Gracias.
Publicar un comentario