10 abril 2011

Se acerca

Leyendo el primer día de etapa, asombra como hemos cogido el ritmo, el ànimo, las fuerzas y el deseo de seguir con el camino, cuando el primer día ya decíamos de seguir el próximo año..... y ahora aquí estamos, a los pies de Santiago.
52 km. Nos separan tan solo de el, haciendo noche en Melide.

Tras estos 7 días, poniendo el cuerpo a casi al límite, 702 km. en 7 días prácticamente.

Ha sido una experiencia única y con mucho esfuerzo físico.



New Fronteras.

Mi momento.

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Una vez ascendido ocebreiro, decidimos bajar hasta Samos y así mi hermano poder ver el Monasterio que es realmente precioso. Todo era descenso pero al empezar a bajar me di cuenta que los frenos de atras no frenaban, así que tras mirar un rato, comprobé que en el día anterior del descenso de la Cruz de Hierro, me había quedado sin pastillas de freno, así que tocaba un poco de acción tras el cansancio.
La bajada no fue mala y por esta vez agradecí el viento de frente que detenía en las bajadas llegando incluso que pedalear, eso provoco un cansancio doble, entre la tensión de no tener frenos, el ascenso y ahora el seguir pedaleando en las bajadas, solo pude hacer 30km mas hasta llegar a los 80 del día y me detuve en Triacastela con deseo de por esa vez, olvidarme de peregrina, de albergues, de duchas cocinas compartidas y baños.... y le dije a mi hermano que tras ese día le invitaba a un hotel que visualice justamente enfrente, hotelito rural todo de madera, pero el nene quería llegar a Samos pata ver el Monasterio, así que opte por quedarme y el por seguir que solo habían 15 km de distancia.

el día de ayer en la habitación fue todo un lujazo, tele, bañera para mi solita.
Un capricho bien disfrutado.

El techo de Galicia

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Ponferrada / Triacastela total 80 km.

Esta Etapa la recordarè siempre por su dureza, es como subir desde Granada a Sierra Nevada con inclinaciones de subidas que bajada de la bici y tirando de ella costaba la vida.

El calor se apoderaba de nosotros y no había un solo árbol donde refugiarte y así retomar el aire para seguir ascendiendo.

Una vez arriba y ver que las nubes estaban a pocos metros de ti, que no había ninguna otra montaña mas alta que en la que tu estabas y que mi hermano y yo nos mirábamos con orgullo de haber acabado esa subida que duro 5 horas, para recordar siempre.